En ocasiones, veo fotos... (161/365)

Esta mañana me llevé la cámara al llevar a los niños al cole, más que nada por sacar a pasear el 85mm, que lo tengo allí arrinconadito con lo maravilloso que es. Y aproveché en el coche para hacer algunas fotos...



Miguel ya está bien, no está triste, sólo medio dormido...



La guardería de Miguel está rodeada de jardines con cantidad de flores, imposible no hacerles mil fotos...



Ya en casita, lo de todas las mañanas: intentos frustrados de limpieza general mientras David corretea por toda la casa y me "llama" (a su manera) para jugar al escondite... (se mete en su rincón favorito, este, y se tapa los ojos... Creerá que como él no me ve, yo tampoco puedo verle!)



El único rato en que se queda un poco tranquilo es "leyendo". Tiene predilección por Pocoyó, de hecho una de sus primeras palabras (que aún repite día y noche!) fue "Pato!!".



Una demostración de lo frikis que podemos ser las madres con cámara: vemos una foto en cualquier lado... En CUALQUIERA! No se pueden tomar tus hijos un osito de chocolate con leche tranquilos, que ya sientes la necesidad imperiosa de "probar algo"...



Eso sí, lo que se rieron estos dos viendo al osito "dándose un baño calentito", no tiene precio!



Papi se fue con Mateo y David a hacer recados, pero a Miguel no le apetecía, así que mientras él se entretenía dibujando...



... por fin pude aprovechar para hacer limpieza... Y los guantes merecían una foto, que no me los pongo muy a menudo... Mi cara de asco es todo un poema, pero tiene su razón de ser...



Y es que hoy tocó limpiar el balcón de la cocina... Sí, ese fantástico rincón de la casa que las palomas encuentran tan acogedor... ¡QUÉ ASCO! No hay día que no se acomoden por allí 3 o 4 palomas, a hacer sus necesidades tan ricamente, donde sea! Encima de la lavadora, en las pinzas de la ropa.. o peor aún: en la ropa recién tendida!!! Arrgghhhh!! No os quiero ni contar cómo estaba el balcón, pero los guantes eran absolutamente necesarios... (no quiero ni pensar en el día en que se vayan las dos crías de paloma del otro balcón y por fín pueda limpiarlo, ese sí que lo tienen que da miedo verlo!!!)

En fin, menos mal que tengo cosas más agradables dentro de casa, que me hacen terminar el día de mejor humor... Este pitufo está en pleno descubrimiento de su cuerpo, y aunque lo que más le llama la atención está pudorosamente cubierto por el pañal, el ombligo también le resulta la mar de gracioso...



(Me lo comería enterito!)

¡Buenas noches!!