Feliz no-cumpleaños (324/365)

Porque el cumpleaños fue el martes... pero como a una no le importa cumplir años, hoy lo celebramos otra vez, esta vez con los abuelos. ¿Que no me creéis que no me importa cumplir años? Pues vaya esto por delante: he cumplido...



Y es algo para celebrar, para estar agradecida, y para echar la vista atrás a tantos momentos vividos. Encima hoy con tarta, y los mejores ayudantes del mundo para soplarla! ¿Cómo me voy a quejar? (foto de Alber, evidentemente!).



Y luego, charlas, juegos, y más charlas (básicamente de Mateo, que no dejaba de hablar!!) y más juegos (también Mateo, que iba incansablemente de abuela a abuelo para retarles una y otra vez a uno de los juegos que le regalaron por su cumple)...



... mientras Miguel y David jugaban juntos, cosa que cada vez hacen más a menudo y que es toda una novedad (digamos que Miguel mostraba una cierta indiferencia por su hermano pequeño... por no decir celos y agresividad...). Pero ya se hace mayor, las cosas van cambiando y las relaciones van mejorando (o eso espero!). Y David también siente una repentina pasión por él, todo el día llamándole por casa ("Holla, Mié", le dice). Y es normal... ¿quién se resiste a esa carita?



(yo no...)