Un día "raro", lluvioso, de esos que te apetecería quedarte en casita con una mantita y un chocolate caliente, y sin embargo tienes que arreglártelas para caminar 30 minutos bajo la lluvia, sin paraguas (a ver sino cómo empujo la silla de David!) y sobre el barro con tres niños pequeños para llevarlos al cole y la guarde. Caladita hasta los huesos. Pero llegas a casita y te espera el chocolate caliente después de todo. La mantita la dejas para más tarde porque tienes un eterno Everest de ropa por planchar... y hoy por fin lo reduces a una pequeña colina (plancharlo TODO era un proyecto demasiado ambicioso...).
Lo malo de estos días lluviosos es la poquísima luz que hay. Se le quitan a una las ganas de hacer fotos y todo! Así que aproveché la mañana para buscar alguna cosa navideña afotable para La vuelta al mundo...
Ya puestos a pedir, en vez de lluvia podía caer nieve, que al menos nos divertíamos un rato... Pero no hay manera, me da a mi que el único muñeco de nieve que voy a ver este año va a ser este...
... y, hombre, mono sí que es, pero me haría más ilusión uno de nieve de verdad...
Por lo menos, mañana es viernes!
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