Miguel, como siempre imitando a su hermano, se contagió de espíritu deportivo, y en cuanto le puse el chandal, se miró en el espejo y me dijo "Necesito correr!", y allá se fue corriendo por el pasillo...
Hoy tuvimos un día estupendo, algo frío pero con mucho sol, que se agradece para variar! Así que lo disfrutamos un montón.
Miguel no sabía si dedicarse al fútbol, si salir corriendo con Mateo, o si sentarse a comer gusanitos con otras niñas que estaban allí... Tantas opciones...
Y David, con tanto campo, no paró de gatear y caminar (de la mano de papi) en toda la tarde....
Así que nuestro intento de ver peli en familia acabó con Alber y yo rodeados de niños dormidos en el sofá... Y en breve vamos nosotros, estamos todos molidos!!!
¡Mañana Alonso!!
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