Por una parte, han tocado revisiones y vacunas, aunque a Miguel le pillaron de sorpresa, que supuestamente eran sólo para David... pero se vino con pinchazo puesto...
De todos modos, un valiente, protestó un ratito pero enseguida se le olvidó y se dedicó a jugar con los coches del pediatra.
David tuvo doble ración de pinchazos, además de control de peso y talla, que por cierto, es el primero de mis hijos que está por encima de la media! Y no es que las vacunas le pusieran de mal humor... es que está concentrado.
Por su parte, Mateo tuvo su ración de "dolor", y es que no le gustan nada los castigos (¿y a quién sí??), pero ya sabe que son por su bien, como las vacunas... Hoy el problema ha sido desobedecer a la profe... pero creo que después de copiarlo varias veces, no se le va a olvidar durante un tiempo...
Lo bueno es que enseguida lo entiende y se pone a la tarea con todo su empeño... (la lengua fuera ya es un rasgo característico suyo).
Así son los niños, una de cal y una de arena. Este mismo niño que hoy estaba en plan desobediente, ayer me sorprendió por la noche con un "Mami, mami, ven a ver lo que te he hecho: te he preparado una torre Eiffel!!"... Y en efecto, lo había hecho...
♥
Ainssssssssssssss pero qué monooooooooo!!!!!!!
ResponderEliminarMe alegro que tus niños estén tan bien. Seguro que ya los pinchacitos ni les duelen :-)
Si pica, cura... como odiaba eso!!!! Y la moneda de 50 pts. para los chichones, y cómo apretaban!!!! Jajaja Ya empezamos a contar batallitas, mal vamos, mal vamos jajaja
Pero que mono!! con la torre :P
ResponderEliminary el del libro jajaja me recuerda a mi
Ay me gustan todaaaaaaas, pero la de mIguel concentrado es que me mataaaaaaa!!!
ResponderEliminarQué ganas de volver a veros! Esta vez con más calma eh? (cuando volveis?!)