sábado, 15 de mayo de 2010

Emocionante (135/365)

Ha sido un día emocionante. Mateo lo disfrutó mucho, y se esforzó un montón (más de la cuenta, ya veréis...).

Hemos estado en las Olimpiadas evangélicas, que se celebran en Madrid cada año, para niños de entre 4 y 16 años. Acuden todas las iglesias evangélicas de Madrid, y "agregados" como nosotros, los de Salamanca, y este año unos de Málaga y otros sitios (en otras zonas de España se celebran en otras fechas: Barcelona, Coruña...).

El año pasado fue el primer año para Mateo, y sin esperarlo se vino con medalla de bronce en salto de longitud.

Este año competía en maratón y salto de longitud, en la categoría de 6-7 años (aunque cumple los 6 en noviembre, o sea, que era de los pequeñitos del grupo...).

Empezó con maratón, le encanta correr... pero va más pendiente de controlar a los demás que de mirar por dónde va él.



Yo, en plenos exámenes, me llevé los libros para estudiar entre prueba y prueba, así que en cuanto terminó la carrera, me senté a leer. Y al poco rato escucho a mis amigos animando "¡Vamos, Mateo!!"... Y allí estaba él, corriendo OTRA VEZ!!! Se había colado con el grupo de 4-5 años, que no le tocaba, y quedó 4º! Menos mal que no quedó 3º porque lo hubieran tenido que anular, y a ver quien se lo hacía entender!!

La espera hasta la siguente prueba le tenía nerviosísimo...



Y llegó el gran momento, lo que más le gusta, el salto de longitud. Ya cuando le vimos ir hacia la pista nos daba la risa... ¿Os habéis fijado en el que está delante de él? ¡Si el pobre Mateo no le llega ni al hombro! Era de los pequeñines del grupo...y vaya si se notaba...



De todos modos puso todo su empeño y lo hizo fenomenal, como podéis ver.



Luego la pausa para comer, descansito, más pruebas, y el desfile de los distintos grupos, este año con una jirafa por mascota (cada año es un animal, y todos llevan la camiseta igual, con la mascota correspondiente).



Y él, todo un profesional, saludando al público...



Los entrenadores de nuestro equipo tuvieron este año un detalle precioso, y es que les dieron a todos los niños una medalla conmemorativa, por su esfuerzo y trabajo en los entrenamientos. Ya os podéis imaginar que a Mateo le hizo tanta ilusión como una de verdad! Iba todo contento leyendo lo que ponía y repitiendo: "Me la han dado porque he trabajado mucho y me he esforzado".



Hoy va a dormir como un tronco... y bien merecido se tiene el descanso!

1 comentario:

  1. Jajajajaja pero que mono! Y saltando :P yo estube haciendo atletismo y hacia salto de longitud jajaja.

    Y lo de la medalla para todos me parece genial, que aunque no ganes el esfuero que haces en los entrenamientos y demás cuesta lo suyo.

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