Es un deseo de la mayoría de los niños pequeños, ser tan grande, fuerte, inteligente y bueno como sus papás. En el caso de los míos, el deseo de ser como él les hace suplantarle incluso a la hora de soplar sus velas de cumpleaños!
"¿Y ahora yo que hago, que ya no puedo pedir deseos, que ya me habéis apagado las velas???"
"Aaayyyyy que penita más grandeeeeeee!!!" (y ellos partiéndose... Si es que los niños de hoy en día ya ni respetan los deseos cumpleañeros de sus padres, dónde vamos a parar...).
Y claro, ya puestos a suplantarle, ¿quién creéis que abrió el regalo que le trajeron los abuelos? Es más, ¿quién creéis que se lo probó????
Me pregunto cómo será Miguel el día en que esa camisa le siente bien (aún tiene que tomar mucho Nesquik para que eso ocurra!), pero me sentiría muy orgullosa si se cumpliera su deseo y de verdad se pareciera a su padre... ¡No podría tener un modelo mejor!
Felicidades, Alber, te quiero.
EDITO: El puntazo del día: Mateo ve a Alber pasando la aspiradora, se la quita, se pone a aspirar él y le dice: "Trae papi, que es tu cumpleaños y necesitas descansar".
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Yo solo espero... que cuando llegues a la foto 365 del proyecto... ¡DECIDAS AMPLIARLO! Me encanta... es inevitable, es fotografia y niños todo a la vez, no puedo pedir más, las dos cosas que mas me gustan, bien plasmadas, Enhorabuena de nuevo =)
ResponderEliminarSeguro que habeis pasado un día genial! Muchas Felicidades Alber!!! ;-)
ResponderEliminarFEliciades al papa
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